El desafío del sector agropecuario: abastecer a 24 millones de consumidores.

Con más de 9.5 millones de tareas de tierra en riego, la República Dominicana satisface la demanda local mediante una producción agropecuaria que cubre más del 90% de la canasta básica alimentaria.

Ahora, el sector agropecuario debe enfrentar el reto de incrementar su productividad para expandir su oferta a 10.7 millones de dominicanos, más de 10 millones de turistas (12 millones proyectados para fin de año) y al resto de consumidores internacionales que importan productos del país, según coincidieron funcionarios, empresarios y líderes del sector en el Vigésimo Sexto Encuentro Nacional de Líderes del Sector Agropecuario.

En este evento anual, organizado por la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), el tema central fue "Los desafíos para alimentar a 24 millones de consumidores". Durante la apertura, Osmar Benítez, presidente ejecutivo de la JAD, destacó que, aunque el sector ha aumentado su producción, aún hay mucho por hacer para mejorar la productividad e integrar más tecnologías en el campo.

El ministro de Agricultura, Limber Cruz, coincidió en que el país avanza bien en producción, con un récord de 370 millones de quintales de alimentos entre 2020 y 2024. Este progreso se refleja en el aumento de la producción de pollo de 16 a 21 millones de unidades mensuales y de huevo de 240 a 350 millones de unidades.

Cruz también mencionó el crecimiento en otros rubros, como:

- Carne de res: 1.39 millones de quintales

- Cerdo: 850,000 quintales

- Plátanos y bananos: 3,270 millones de unidades y 60.8 millones de racimos, respectivamente

- Tomate: 5 millones de quintales de tomate industrial y 2.9 millones de quintales de tomate para ensalada

- Ajíes: 1.5 millones de quintales

- Hortalizas: 4.5 millones de quintales

- Azúcar: 12.5 millones de quintales

- Aguacate: 1,808 millones de unidades

- Limón: 1,407 millones de unidades

- Mango: 254.3 millones de unidades

- Leche: 19 millones de litros anuales

También destacó que el país ha reducido la subalimentación del 8.3% al 4.6%, un logro reconocido por la FAO.

Sin embargo, Benítez advirtió sobre desafíos futuros, como el cambio climático acelerado, el envejecimiento de los productores (con una edad promedio de hasta 79 años en algunas provincias), la falta de relevo generacional de técnicos agropecuarios, la migración del campo a la ciudad y la pérdida de terreno cultivable por la expansión urbana.