El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció este miércoles su intención de vetar el proyecto migratorio aprobado por la legislatura estatal, el cual, según sus autores, se redactó con la intención de alinearse con las directrices del presidente Donald Trump, desestimando las propuestas del mandatario estatal.
En una rueda de prensa, DeSantis calificó el proyecto aprobado la noche del martes como "débil" y "a medio cocer", argumentando que sus propuestas eran más contundentes. Además, adelantó que vetará el proyecto tan pronto como llegue a su escritorio.
El texto aprobado en el Capitolio de Tallahassee, entre otros aspectos, retira al gobernador estatal la autoridad para supervisar las políticas migratorias, delegando esa función al comisionado de Agricultura, Wilton Simpson.
Una de las propuestas de DeSantis que no fue incluida en el proyecto final era la de imponer cargos criminales a los agentes del orden que no cumplieran con sus responsabilidades en materia migratoria.
Por su parte, los demócratas manifestaron su desacuerdo con una disposición del proyecto que impide que los inmigrantes irregulares obtengan matrículas estatales en universidades públicas, una medida promovida por el entonces gobernador Rick Scott en 2014, que ahora es senador por Florida.
"Esto significaría que más de 40,000 estudiantes enfrentarían decisiones financieras difíciles que pondrían en riesgo su futuro", advirtieron en un comunicado la red Florida Student Power y la Coalición de Inmigrantes de Florida, junto con otros grupos de la sociedad civil.
La disputa entre DeSantis y los legisladores del Capitolio estatal, controlado por una mayoría republicana en ambas cámaras, representa el último episodio de tensiones entre ambos, las cuales se reflejaron en el inicio de las sesiones extraordinarias convocadas por DeSantis para tratar este proyecto y otras iniciativas.
El lunes, los legisladores suspendieron abruptamente la sesión extraordinaria convocada por DeSantis, a la que algunos calificaron de "prematura", y dieron inicio a una nueva sesión bajo su propio mandato, lo que fue un duro golpe para el gobernador, quien también había aspirado a la presidencia.
Semanas antes, y antes de que Trump asumiera su segundo mandato, DeSantis convocó una sesión especial del Legislativo estatal para que Florida liderara el programa de deportaciones masivas prometido por el presidente republicano.
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