
La Biblioteca Pedro Mir de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), que debería ser un recurso clave para los estudiantes, enfrenta un grave deterioro que ha convertido este espacio en un obstáculo para el estudio. La infraestructura de la biblioteca está en condiciones deplorables, con una gran parte de sus equipos inoperativos y deficiencias generalizadas en servicios esenciales, lo que ha generado descontento entre los usuarios.
Entre los principales problemas se destacan la falta de acceso a internet, computadoras dañadas, filtraciones en los techos, baños en mal estado y ascensores que no funcionan. La mayoría de las computadoras no están operativas y las pocas que sí lo están carecen de conexión a internet, lo que impide a los estudiantes realizar investigaciones y tareas en línea, algo que se ha convertido en un problema crónico sin solución a la vista.
En los primeros niveles de la biblioteca, se observa una alta afluencia de estudiantes, algunos de los cuales duermen o conversan, mientras que otros intentan realizar tareas utilizando sus propios dispositivos debido a la falta de equipos funcionales. Sin embargo, las condiciones físicas del edificio también dificultan su uso: los techos de varios salones tienen filtraciones, los tomacorrientes no funcionan, y los estudiantes no tienen donde cargar sus dispositivos. Además, en los niveles 3 y 4, la ausencia de aire acondicionado hace que las salas sean incómodas para el estudio prolongado.

Los problemas son especialmente graves en el segundo, tercer y cuarto niveles. En el segundo nivel, hay dos salones equipados con computadoras, pero ninguna de ellas funciona y no hay acceso a internet. En el tercer nivel, ninguna de las computadoras está operativa. En el cuarto nivel, considerado el más deteriorado, un salón ha sido cerrado debido a su mal estado, el techo está visiblemente dañado, las pocas mesas disponibles están en malas condiciones, y no hay sillas ni equipos tecnológicos. Este nivel es frecuentado por pocos estudiantes debido al mal estado general de la infraestructura.
Los empleados de la biblioteca confirmaron que el internet ha estado inactivo por un tiempo prolongado y que no se han tomado medidas para solucionar el problema. Ante estas deficiencias, los estudiantes han expresado su frustración, señalando que les impide cumplir con sus responsabilidades académicas. Además, critican la falta de un programa de mantenimiento para los equipos de la biblioteca.
Algunos estudiantes compartieron sus experiencias. Una estudiante de Psicología Industrial comentó que los equipos llevan mucho tiempo en mal estado, mientras que otra estudiante señaló que no podía seguir una clase virtual debido a la falta de bocinas en una de las pocas computadoras que aún funcionan. En el área de tesis, los estudiantes también enfrentan dificultades porque el sistema informático no funciona, lo que limita el acceso a materiales importantes para la investigación.
Eddili Hierro, estudiante de Comunicación Social, relató que cuando intentó acceder a material para su tesis, le pidieron que buscara un código en su teléfono porque la computadora encargada de esa tarea no tenía sistema. También mencionó la falta de aire acondicionado en esa área. Por su parte, Winibel Camacho, estudiante de Medicina, explicó que no hay un espacio adecuado para los estudiantes de su carrera en la biblioteca y que las áreas designadas están en malas condiciones, con sillas y mesas rotas, y equipos que no funcionan.
Según la página oficial de la Biblioteca Pedro Mir, la infraestructura debería contar con 527 computadoras conectadas a internet distribuidas en las salas de lectura y 120 computadoras en los lobbies de los niveles 2, 3 y 4, además de un Aula Virtual con 49 computadoras y acceso a internet inalámbrico en todas las áreas generales. Sin embargo, la realidad observada por los estudiantes y reporteros revela una situación muy diferente.
En un evento reciente, Noel De la Rosa, director de Desarrollo Institucional de la UASD, anunció planes para la remodelación de la Biblioteca Pedro Mir, con una inversión estimada en RD$400 millones. La biblioteca, que fue inaugurada en 2005 por el expresidente Leonel Fernández, quien la declaró una de las más modernas del mundo en su momento, está actualmente en una situación crítica. Aunque fue equipada con tecnología avanzada y moderna en su inauguración, el deterioro acumulado y la falta de mantenimiento han dejado el espacio en condiciones inadecuadas para cumplir con su misión académica.
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