La Congregación de Cardenales ofrece aclaraciones sobre puntos fundamentales del próximo Cónclave.

Durante la VII Congregación General celebrada este miércoles 30 de abril de 2025, el Colegio de Cardenales dio a conocer dos temas de carácter procedimental que fueron objeto de reflexión y debate en días recientes.

En primer lugar, se reconoció el derecho al voto de los cardenales nombrados por el Papa Francisco, incluso si se supera el límite legal de 120 electores establecido en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis. Según se explicó, el Papa, en virtud de su autoridad suprema, ha dispensado esta restricción, lo que otorga legitimidad a los cardenales en exceso desde el momento de su nombramiento y anuncio oficial.

En segundo lugar, el Cardenal Giovanni Angelo Becciu ha decidido, por el bien de la Iglesia y con el fin de fomentar un ambiente de comunión y serenidad, no participar en el próximo Cónclave.

La Congregación valoró positivamente este gesto y expresó su esperanza de que las autoridades judiciales competentes puedan esclarecer los hechos relacionados con su situación.

En el contexto de las Congregaciones Generales. que preparan el próximo Cónclave, el Colegio de Cardenales dirigió un mensaje al pueblo de Dios, invitando a vivir este proceso con profundidad espiritual y discernimiento.

Recalcaron que la elección del próximo Sucesor de Pedro es, ante todo, una experiencia espiritual guiada por la voluntad divina, y no solo un evento administrativo o político.

Conscientes de la gran responsabilidad que enfrentan, los cardenales hicieron un llamado a la oración, destacando que esta es la fuerza que une a la Iglesia y permite que actúe como un solo Cuerpo en Cristo, siguiendo el mensaje de San Pablo en 1 Corintios 12,12.

Frente a los desafíos actuales, los purpurados manifestaron su deseo de ser instrumentos dóciles al Espíritu Santo, protagonistas auténticos de la vida eclesial, abiertos a lo que Dios comunica a su Iglesia hoy, como lo señala el Apocalipsis: «Quien tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias» (Ap 3,6).

El comunicado concluyó encomendando este proceso de discernimiento a la intercesión de la Virgen María, pidiendo que acompañe con su protección maternal a toda la Iglesia en este momento decisivo.

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