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La nave Starship de SpaceX despegó el martes en su más reciente vuelo de prueba, con la presencia del presidente

El megacohete Starship de SpaceX despegó el martes en su última prueba de vuelo, con la presencia del presidente electo de EE. UU., Donald Trump, quien asistió al evento junto al multimillonario Elon Musk, en una muestra de la creciente relación entre ambos.


Sin embargo, Trump no presenció la recuperación de la primera sección propulsora del cohete, realizada por los innovadores brazos de la plataforma de lanzamiento, una hazaña que la compañía había logrado el mes pasado y que el propio Trump elogió en su discurso tras la victoria electoral.


El propulsor Super Heavy, en lugar de ser recuperado, realizó un amerizaje controlado en el Golfo de México, debido a que no se cumplieron ciertos criterios técnicos, lo que impidió el éxito total del evento. A este evento asistieron figuras cercanas a Trump, incluyendo a su hijo Donald Trump Jr.


Por la tarde, Trump saludó a Musk mientras lucía un sombrero rojo MAGA, y juntos se dirigieron a la torre de control en la base Starbase en Boca Chica, Texas, desde donde observaron el despegue del cohete a las 16:00 hora local (22:00 GMT), en el sexto vuelo de prueba de Starship.


Desde la victoria de Trump, Musk ha acompañado al presidente electo en varios eventos, como una reunión con el presidente argentino Javier Milei y una pelea de UFC. La visita de Trump a las instalaciones de Musk refleja la estrecha relación entre ambos, lo que ha generado preocupación por posibles conflictos de interés, dado los contratos lucrativos de SpaceX con la NASA y el Pentágono.


El despegue de este martes marca el intervalo más corto entre vuelos de prueba de Starship, el cohete más poderoso del mundo, que mide 121 metros de altura y es clave para los planes de Musk de colonizar Marte. Además, la NASA ha encargado una versión especializada de Starship para misiones lunares bajo el programa Artemis.


El vuelo fue también un test para determinar si la recuperación del cohete en vuelos previos fue un golpe de suerte o una mejora tecnológica. Musk había revelado que el vuelo anterior estuvo a un segundo de una posible falla catastrófica.


Este vuelo llevó la primera carga útil de Starship, un plátano relleno, y marcó el fin de la generación actual de prototipos. La etapa superior del cohete amerizó casi verticalmente frente a la costa noroeste de Australia, generando una gran columna de vapor de agua. El evento fue transmitido en vivo y visto por casi nueve millones de personas.


Starship es el cohete más potente del mundo, con el doble de empuje que los cohetes Saturno V usados en las misiones Apolo. Musk ha adelantado que su sucesor, el Starship V3, será aún más potente y podría volar en el próximo año.


Este vuelo coincide con la victoria electoral de Trump el 5 de noviembre, tras una intensa campaña en la que Musk contribuyó generosamente. Como recompensa, Musk fue nombrado codirector de un nuevo "Departamento de Eficiencia Gubernamental" (DOGE), un guiño a la criptomoneda dogecoin, que Musk ha promovido. Esto ha generado preocupaciones sobre posibles conflictos de interés y la influencia de Musk en decisiones regulatorias que podrían beneficiar a sus empresas, incluyendo SpaceX.

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