La SIP expresa preocupación por la demanda del presidente electo Trump contra el diario Des Moines Register

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresa su preocupación ante la demanda presentada por el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, contra el periódico Des Moines Register y su empresa matriz Gannett. La acción legal, presentada en un tribunal de Iowa, alega fraude al consumidor en virtud de una ley estatal, basándose en una encuesta publicada el 2 de noviembre que proyectaba una ventaja de tres puntos porcentuales para la candidata demócrata Kamala Harris en ese estado.

La demanda no solo acusa a la encuesta de ser "una ficción de interferencia electoral", sino que también afirma que "millones de estadounidenses fueron engañados", según medios estadounidenses.

"Los medios de comunicación desempeñan un papel esencial en las democracias modernas, proporcionando información y análisis independientes que permiten a los ciudadanos tomar decisiones informadas", señaló el presidente de la SIP, José Roberto Dutriz. "Cuestionar este rol con acciones legales que buscan intimidar y silenciar a los medios establece un precedente peligroso y amenaza los valores fundamentales de la libertad de expresión", añadió Dutriz, quien también es presidente y director general de La Prensa Gráfica en El Salvador.

Lark-Marie Anton, vocera de Des Moines Register, declaró: "Esta demanda no tiene base. Reconocemos que la encuesta preelectoral Selzer/Des Moines Register no reflejó el margen definitivo de la victoria de Trump en Iowa, pero publicamos todos los datos completos, incluidas las demografías, tablas cruzadas, y los datos ponderados y no ponderados, junto con una explicación técnica de la encuestadora Ann Selzer".

Anton también dijo: "Defendemos nuestra cobertura sobre este asunto y defenderemos firmemente nuestros derechos amparados por la Primera Enmienda".

Carlos Jornet (La Voz del Interior, Argentina), vicepresidente segundo de la SIP y presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, comentó que "el uso de demandas legales para intimidar a los medios es una herramienta de coacción que va en contra de los estándares internacionales sobre la libertad de prensa. Instamos al presidente electo Trump a respetar el papel fundamental que los medios libres e independientes juegan en una democracia".

Esta es la segunda vez en poco tiempo que Trump utiliza leyes estatales para atacar a los medios por supuesta información engañosa. En octubre, presentó una demanda contra CBS News en un tribunal federal de Texas, alegando que el programa 60 Minutos había incurrido en prácticas comerciales engañosas al emitir una entrevista con Kamala Harris.

Esta estrategia de buscar jurisdicciones legales favorables refleja un enfoque más amplio de Trump y su equipo, que utilizan el sistema judicial como herramienta de ataque contra los medios críticos.

La semana pasada, la cadena ABC llegó a un acuerdo extrajudicial en una demanda por difamación presentada por Trump, pagando 15 millones de dólares, además de otro millón en honorarios legales, lo que parece haberlo envalentonado. Trump había demandado a ABC y a su conductor George Stephanopoulos después de que este afirmara que Trump había sido declarado "responsable de violación" en una causa civil, según informes de prensa.

Trump, quien ha calificado a los periodistas como "enemigos del pueblo", ha expresado repetidamente su deseo de ser tratado "justamente". Sin embargo, lo que él considera justo parece ser una cobertura mediática que no lo cuestione.