Más de 900,000 municiones fueron robadas del Departamento II de la Intendencia de Armas de la Policía Nacional, incluyendo 230,340 cápsulas de calibre 5.56 milímetros, utilizadas en fusiles. Según el Ministerio Público, los delincuentes sacaban las municiones en mochilas para eludir las cámaras de seguridad, como se detalla en la solicitud de medida de coerción contra los 10 policías acusados del robo.
En las instalaciones del Departamento II de la Intendencia de Armas, en el Palacio de la Policía Nacional, se colocaron cajas diseñadas para sustituir las municiones robadas y evitar sospechas.
Las municiones de fusil robadas fueron vendidas entre RD$3,800 y RD$4,500, y el dinero obtenido del crimen se repartió entre los implicados.
El Ministerio Público subraya que este delito es de gran gravedad, ya que las municiones de 5.56 mm son utilizadas en armas de guerra, las cuales no están permitidas a civiles.
Se acusa al intendente de armas, coronel Narciso Antonio Feliz Romero, y al capitán y auditor Víctor Manuel Santos, de coordinar la fabricación de cajas falsas para ocultar los faltantes, aunque no impidieron que se descubriera la ausencia de estas municiones, que fueron robadas y vendidas ilegalmente por los agentes.
Además, se reportan faltantes de 82,949 cartuchos calibre 12 milímetros para escopetas y 489,907 cápsulas de calibre 9 milímetros. En total, se detecta una sustracción de 908,001 municiones de diversos calibres, que estaban bajo la custodia del Departamento II de la Intendencia de Armas de la Policía Nacional y que fueron robadas de forma masiva, organizada y sistemática.
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