Rusia lanza un ataque con misiles contra Kiev mientras aumentan las tensiones entre Trump y Zelenski.

Rusia atacó Kiev con misiles en la madrugada del jueves, dejando al menos dos muertos y más de 50 heridos, en un contexto de crecientes tensiones políticas entre Donald Trump y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski. Las autoridades ucranianas confirmaron que la capital fue blanco de un intenso bombardeo, mientras que Járkov también sufrió impactos de misiles y drones.

El ataque ocurrió poco después de que Trump acusara públicamente a Zelenski de impedir un acuerdo de paz con Rusia. El expresidente, que promete resolver el conflicto en 24 horas si regresa a la Casa Blanca, aseguró tener un entendimiento con Moscú, pero criticó la negativa de Ucrania a aceptar la ocupación rusa de Crimea. Según Trump, esta postura solo prolonga el conflicto.

La propuesta presentada por su vicepresidente, JD Vance, sugiere congelar la línea del frente en su estado actual, permitiendo que Rusia retenga los territorios ocupados, incluida Crimea. Zelenski respondió que ceder esa región violaría la Constitución de Ucrania, mientras que Trump cuestionó por qué no se defendió en 2014.

Desde la Casa Blanca, la vocera de Trump afirmó que su paciencia se está agotando, y señaló que si Ucrania no coopera, EE. UU. podría retirarse del proceso de mediación. A pesar de esto, el Kremlin acogió con agrado los esfuerzos diplomáticos estadounidenses.

La presión de Trump generó alarma en Europa. En una reunión en Londres, representantes europeos reafirmaron su apoyo a Ucrania. Reino Unido insistió en que el futuro del país debe decidirlo Kiev, y Francia recalcó que la integridad territorial de Ucrania es una línea roja para Europa.

El enviado especial de Trump tiene previsto viajar a Moscú, mientras que Zelenski expresó su intención de reunirse con el expresidente en el Vaticano, aprovechando la ceremonia fúnebre del papa Francisco.

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