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Ya conocemos lo ocurrido con el sumergible del Titanic: "Se basaba en un Excel manualmente elaborado".


De mapas dibujados a mano para rastrear hasta un casco de fibra de carbono defectuoso, la audiencia destinada a esclarecer lo sucedido con el sumergible Titan ha revelado detalles inquietantes sobre el funcionamiento de la compañía.


En el marco de una investigación de 14 días, con 10 testigos y decenas de pruebas, la Junta de Investigación Marina de la Guardia Costera de EE.UU. busca esclarecer lo que ocurrió con el Titan, el cual implosionó durante una inmersión a los restos del Titanic el año pasado. Durante este proceso, testigos clave han dado detalles del diseño y operación del aparato, incluyendo negligencias en su construcción y su uso. Se han revelado procedimientos insólitos, como el uso de hojas de Excel manuscritas para rastrear la ubicación del sumergible y la utilización de un casco de fibra de carbono que resultó inadecuado. La operación estaba plagada de fallos técnicos, descuidos en seguridad y decisiones empresariales cuestionables, lo que llevó a una tragedia.


El sumergible perdió contacto con su barco nodriza 1 hora y 45 minutos después de su inmersión, y tras días de búsqueda, fue hallado destruido el 22 de junio de 2023, junto con restos humanos que se cree pertenecen a las víctimas: el director ejecutivo de OceanGate, Stockton Rush; el empresario Hamish Harding; el comandante Paul-Henri Nargeolet; el empresario Shahzada Dawood y su hijo Suleman. Esta investigación podría llevar a regulaciones sobre futuras inmersiones o a sanciones penales para la compañía, que cobraba hasta 250.000 euros por persona por estos tours.


Antonella Wilby, excontratista de OceanGate, detalló en la audiencia que el sistema de navegación del Titan era manual, complejo y torpe, con coordenadas transcritas a mano antes de cargarlas en un software. A pesar de sus recomendaciones de usar un sistema más moderno, la empresa optó por desarrollar su propio método, pero no tuvo tiempo para implementarlo. Wilby también relató un incidente durante una inmersión anterior, donde se escuchó un fuerte sonido, pero no se investigó ni se realizó mantenimiento. Señaló que nunca sintió que las operaciones fueran seguras, y cualquier consulta era respondida con “así lo quiere el jefe”.


Otro testigo clave, David Lochridge, exdirector de operaciones, también reveló preocupaciones sobre la seguridad y criticó las decisiones de la empresa, afirmando que se enfocaban más en las ganancias que en la ciencia. Explicó que ya desde 2015 había señalado la falta de confianza en la construcción del Titan. También relató incidentes con el propio Stockton Rush, quien cometió errores graves durante una inmersión, culpando a otros y mostrando un comportamiento errático. Lochridge fue despedido en 2018 tras expresar sus preocupaciones, alegando que la tragedia podría haberse evitado si sus advertencias hubieran sido investigadas.


Otros testimonios describen problemas técnicos con el Titan, incluida la construcción de componentes con piezas de tiendas de mejoras para el hogar, el uso de una ventana de observación no certificada para profundidades mayores, y el riesgo de utilizar fibra de carbono para el casco. Ingenieros y empleados denunciaron la rotación constante de personal y el estrés económico de la empresa, lo que afectaba la seguridad de las operaciones. Varios problemas se presentaron en las misiones de 2021, pero la empresa continuó con su plan de visitas al Titanic.


En la última misión del Titan en 2023, el sumergible desapareció poco después de sumergirse, culminando en la tragedia.

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